Y,,,¿QUIEN ERA EL CACIQUE?

sábado, 23 de junio de 2012
QUIEN  ERA EL CACIQUE




En las selvas del Perú vivía una tribu de indios salvajes. Adoraban a los ídolos y creían en el hechicero porque no sabían nada de Dios.

Un día llegó a aquella aldea un enfermero misionero para enseñarles de Jesús. Día tras día curaba a los enfermos que acudían a él.

Cuando el hechicero oyó acerca de este enfermero, se enojó y envió este mensaje a su pueblo: “No se acerquen al hombre blanco. íritu”.

Esta noticia asustó a los indios. Así que dejaron de ir al misionero.

“¿Qué haré? —Pensó el misionero—. He venido para ayudar a esta gente, pero ellos me tienen miedo”.

¡Tenía que hacer algo! Se arrodilló y pidió a Dios que mostrara a los indios que el hechicero no podía ayudarlos. 

Pidió que la gente acudiera a la misión para que él pudiera enseñarles acerca del verdadero Dios.

Pocos días después, un cacique indio y su esposa llevaron a su bebé a la casa del misionero. El bebé estaba muy enfermo, tan enfermo que apenas podía respirar.

Cuando el enfermero vio al niñito, se dio cuenta de que no había esperanza. La criatura moriría pronto. Así que le dijo al cacique:

 “Yo no tengo poder para hacer nada por su hijito”. Entonces le habló al cacique acerca del gran Dios del cielo. “Este Dios, a quien amo, puede sanar a su hijito”.

El misionero se arrodilló al lado del indio y su esposa, y oró. Cuando se levantó de sus rodillas, el bebé dormía tranquilamente, y respiraba con naturalidad. Dios había oído su oración.

El cacique y su esposa no quisieron volver a su casa hasta estar seguros de que el bebé estaba sano. Así que el misionero les permitió quedar.

Cada día, el cacique y su esposa observaban al misionero mientras éste trabajaba y se esforzaba por atender al bebé. Y todos los días él les hablaba de Dios.

Después de tres días, el bebé estaba completamente sano. De modo que el cacique indio y su esposa tomaron a su hijito y regresaron a su hogar.
El misionero había notado que el cacique usaba unos adornos especiales. “¿Quién era ese cacique? —Preguntó a uno de sus ayudantes—. ¿Y qué eran esos adornos que usaba?

“¿No lo sabe usted? —Exclamó el ayudante—. Es el hechicero de esta aldea. Ahora que él ha venido para que Ud. le ayude, los otros indios vendrán también”.

Y eso fue justamente lo que sucedió. El hechicero envió un mensaje a su pueblo: “Hice mal en decirles que no fueran al hombre blanco. Deben ir a él., porque es el único que puede ayudarlos. 

Su Dios es un Médico maravilloso. Estoy muy agradecido porque este misionero ha venido a nuestro pueblo”.

Y RECUERDA QUE  DEBES CONOCER A ALGUIEN ANTES DE JUZGAR Y  SABES QUE DIOS SIEMPRE ESTARA CONTIGO,

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